El equipo de balonmano femenino de División de Honor Plata se clasifica para la fase de ascenso

En la primera eliminatoria, que se jugará a doble vuelta, con el primer partido en la Catedral, se enfrentará al Costa de Almería Roquetas

Después de haber comenzado su andadura en la División de Honor Plata hace tan solo dos temporadas, el equipo femenino de Helvetia Anaitasuna afronta ahora un gran reto: ascender a la División de Honor Oro, la segunda categoría nacional, por debajo de la Liga Guerreras Iberdrola.

El primer paso para conseguir ese éxito fue clasificarse para la fase de ascenso, algo que el conjunto dirigido por Carlos García (que cogió el relevo a Chema Vives tras su destitución) logró el pasado fin de semana, al quedarse subcampeón del grupo B, con 40 puntos, nueve menos que el equipo vencedor de la temporada regular, el Alaia Zarautz Z.K.E.

Los ocho equipos que entran en esta fase de ascenso (los campeones y subcampeones de los cuatro grupos) se enfrentarán entre sí en una eliminatoria a doble vuelta, en la que al conjunto navarro le ha tocado como rival, tras un sorteo celebrado esta semana, el Costa de Almería Roquetas, campeón del grupo D. Los cuatro clubes que salgan vencedores de esa eliminatoria disputarán una pequeña liga entre ellos para dilucidar qué dos equipos ascenderán finalmente a la División de Honor Oro.

El desafío, por tanto, es complejo, pero las jugadoras del cuadro navarro confían en hacer un buen papel, comenzando con obtener la victoria este sábado a las 20.15 horas en el Pabellón Anaitasuna y hacerlo, además, con una renta positiva para que el choque de vuelta, que se jugará en Almería el siguiente sábado, día 29 de abril, sea más asequible para las blanquiverdes.

Quien ha aceptado ofrecer una valoración del triunfo que supone para el equipo haber entrado en esta fase de ascenso es su capitana, Ana Razquin, que afirma que, durante el primer año en la división, jamás se les pasó por la cabeza la posibilidad de estar jugando por otra fase de ascenso tan solo una temporada después. «Desde la pretemporada, el equipo ha trabajado muchísimo, y llegar hasta aquí ha sido el resultado de ello. Aunque era algo que cada vez veíamos más cerca, no lo teníamos como un objetivo. Quizás eso nos ha ayudado a no generarnos presión. Simplemente, teníamos la cabeza en intentar llegar siempre a lo más alto», reconoce.

UNA SUERTE

Razquin relata que, en el 2019, se formó el primer equipo sénior femenino en Helvetia Anaitasuna y, desde ese instante, y gracias al trabajo diario y al apoyo por parte del club, la rama del balonmano femenino ha ido creciendo. «Cada año se ha ido incorporando gente nueva al equipo y el trabajo de adaptación por parte de las de casa y las nuevas jugadoras ha sido clave para poder crear un grupo consolidado. Desde entonces, hemos conseguido un ascenso y, ahora, vamos a luchar por otro. Para nosotras, es una suerte poder vivir algo así«, revela.

No obstante, la capitana apunta que son plenamente conscientes de la dificultad de superar la fase de ascenso, ya que «cualquier rival con el que te cruces va a tener un buen nivel de juego». Pero la ilusión del equipo es grande, tal y como manifiesta. «La clasificación para la eliminatoria previa a la fase es algo que nos ha dado un plus de energía e ilusión. Llevamos trabajando mucho y tenemos muchas ganas de enfrentarnos y luchar por la victoria«, añade.

Por último, aclara que llegar a la posibilidad de ascender a la División de Honor Oro tan pronto no entraba dentro de los planes del equipo, «pero lo cogemos con muchísimas ganas e ilusión, como un regalo a todo el esfuerzo que a veces queda en la sombra». «Para las que llevamos muchos años en el equipo, es un privilegio seguir viviendo momentos como este. Además, sabemos que es algo muy importante para toda la base y, en especial, para el futuro de todas las chicas que vienen por detrás, que siguen creciendo sin parar«, concluye.

La fase de ascenso de la DHP Femenina de Helvetia Anaitasuna cuenta con el apoyo económico de nuestros patrocinadores y con la contribución de la Unión Europea, del Gobierno de España y del Gobierno de Navarra. ¡Gracias por hacerlo posible!