El equipo de fútbol sala de Anaitasuna se rejuvenece y afronta nuevos objetivos
Tras haber ganado la liga la pasada temporada, el conjunto dirigido por Jose Narvaiz experimenta un cambio importante, con seis bajas y seis incorporaciones
En su segunda temporada en la Segunda División B, el equipo de fútbol sala de Anaitasuna sorprendió cuajando una fantástica campaña 2022-2023 y ganando la liga. Esa gesta se vio sustentada, entre otras cosas, por un conjunto formado por jugadores veteranos y con experiencia, que pusieron sobre las pistas de la categoría su buen saber hacer y sembraron la emoción en el seno de la sociedad navarra. Desafortunadamente, su paso por la fase de ascenso fue breve, ya que Anaitasuna perdió en la primera eliminatoria, lo que no ensombreció una temporada para recordar.
El equipo de esta campaña 2023-2024 será diferente y, con él, los objetivos que se proponen. El cuadro dirigido por Jose Narvaiz no podrá seguir contando con Andoni Carlosena, Mikel Tainta, Julen Luis Araña (Ulon), Julen Maeztu, Javier Martorell ni David Razquin. En su lugar, entran a formar parte del conjunto Asier González, Oier Aguirre, Aimar Ballester, Jon Argandoña, Tasio Zunzarren y Eneko Juvera.
También el cuerpo técnico experimenta variaciones, ya que salen Maider de Carlos y Carlos Santamaría, mientras que Íñigo Ramiro pasa a ser entrenador del equipo filial. Como segundo entrenador del primer equipo estará Igor Echarri y el delegado será Joseba Adot.
Con estas fichas, el equipo del club navarro tiene claro que deberá pelear por objetivos diferentes a los del año pasado, en el que se marcaron como propósito alcanzar la fase final por el ascenso. «El año pasado, contábamos con un equipo experimentado y maduro en la categoría, por lo que nuestros objetivos eran ambiciosos. Pero este año, hemos puesto los pies en la tierra después de acometer un relevo generacional, ya que las bajas son de jugadores veteranos y curtidos en la Segunda B«, reconocen desde el conjunto pamplonés.
Detrás de esas salidas no hay fichajes por otros clubes, sino, simplemente, personas con una cierta edad que, debido a ello, tienen compromisos laborales y familiares que les impiden seguir invirtiendo tanto tiempo en los entrenamientos y en los partidos. Su lugar lo van a ocupar jugadores muy jóvenes, de entre 18 y 21 años. Tan jóvenes son que la media del equipo ha bajado y no supera los 23 años.
No obstante y a pesar de su juventud, desde el equipo navarro aseguran que son jugadores de calidad. «No han jugado todavía en la Segunda B, pero muchos proceden del conjunto de Tercera del Osasuna Magna Xota. Con el acuerdo de filialidad que firmamos con ellos, vamos a conseguir reforzar nuestra plantilla, porque todos vienen a sumar y a aprender lo que es la Segunda División B. Son personas que tienen mucho potencial. De hecho, muchos están entrenando con el primer equipo del Xota, con el que están haciendo la pretemporada», alegan.
UN NUEVO RETO
Desde la dirección del equipo, dan las gracias a todos los que colgado la camiseta. «Nos han ayudado muchísimo y les estamos enormemente agradecidos», apuntan. Por otro lado, matizan que el cambio de Íñigo Ramiro servirá para que vaya formando a jugadores en la Tercera División de manera correcta y que, así, puedan ir subiendo después al primer equipo, consiguiendo disponer de una base mucho más fuerte en la sección de fútbol sala de Anaitasuna.
Del mismo modo, defienden que la llegada de Igor Echarri como segundo entrenador será una nota positiva para el conjunto, debido a que cuenta con mucha experiencia como jugador en la 2ª B, en 1ª e, incluso, en otros países. «Es una persona que lleva los últimos años formándose en el Xota con Imanol Arregui y que nos va a ayudar bastante con el tema técnico-táctico y con todos los conocimientos que posee a la hora de analizar al rival», manifiestan.
El entrenador del equipo, Jose Narvaiz, se apena de haber perdido al grupo que habían formado durante los últimos años, pero revela que afronta la temporada como un reto. «Va a ser una campaña completamente diferente, desde la propia gestión de los entrenamientos. Pero, del mismo modo, la vamos a vivir con la máxima ilusión», alega.
Al contrario del pasado año, en el que miraban a la parte noble de la tabla, Narvaiz afirma que ahora su objetivo prioritario es la salvación. «Una vez que la consigamos, miraremos a otros sitios, pero tenemos que centrarnos en ella. Y nos proponemos también formar a los jugadores, algo muy importante para ir construyendo una base potente«, apunta.
En este sentido, sostiene que esa ilusión se ve sustentada por el hecho de que los nuevos jugadores que vestirán la camiseta de Anaitasuna forman la mejor camada de jugadores que hay en Navarra en este momento. «Los equipos rivales seguro que no nos verán igual que el año pasado, porque se nos han ido jugadores importantes, pero estoy seguro de que conocen nuestro gen y nuestra competitividad. Ganar en Anaitasuna no es fácil para ningún equipo y vamos a intentar que eso siga siendo así«, sentencia.
REFRENCIA EN PAMPLONA
Por otro lado, el técnico del conjunto pamplonés destaca que, gracias al acuerdo de filialidad con el Xota, Anaitasuna va a convertirse en una referencia para los chicos jóvenes de la cuenca de Pamplona, que verán en el club un sitio en el que poder formarse en este deporte. «Vamos a tener jugadores jóvenes, pero que han llegado con muchísima ilusión y que se verán arropados por nuestros veteranos, que son también jóvenes pero que ya cuentan con un recorrido en la 2ª B», declara.
Por último, Narvaiz quiere agradecer todo el trabajo desarrollado por su cuerpo técnico y por la plantilla de jugadores, sobre todo a quienes han salido del equipo. «Estoy muy orgulloso de todos ellos y les agradezco muchísimo todo lo que han aportado al equipo», concluye.
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