El equipo de fútbol sala de Anaitasuna rescata un punto en una de las pistas más complicadas de 2ª B
Los de Jose Narvaiz tuvieron la victoria en sus manos, pero los rivales lograron el empate cuando solo faltaban 15 segundos para el final
Los lideratos también se consiguen y se mantienen con empates. Sobre todo, si se logran en pistas complicadas. Y eso es lo que hizo el equipo de fútbol sala de Anaitasuna, que continúa en el primer puesto de la tabla de su grupo de la 2ª B después de haber firmado un 6-6 en la cancha del Pinseque, un conjunto que, gracias al punto conseguido, sube a la segunda plaza de la clasificación.
El enfrentamiento en tierras zaragozanos se auguraba como un auténtico partidazo, y las previsiones se cumplieron con creces, ya que el ambiente que se vivió en el pabellón de la localidad aragonesa fue espectacular. Sin embargo, los blanquiverdes consiguieron soportar la presión y demostrar su buen juego.
El encuentro se inició con los pupilos de Jose Narvaiz ejerciendo una gran presión en tres cuartas partes de la pista, gracias a lo que dispusieron de las ocasiones más claras. No obstante, el Pinseque también llevaba el peligro a la portería contraria, por lo que cualquiera de los dos equipos podía abrir el marcador.
Los navarros supieron leer muy bien la defensa en zona de los locales y generaron con balón buenos intentos de horadar la meta rival. Pero cuando mejor se encontraba el equipo, una mala salida de balón permitió un robo del Pinseque, que aprovechó la ocasión para adelantarse en el electrónico. El problema no fue solo ese, sino que, nada más sacar de puerta, un mal pase de los pamploneses fue aprovechado por un jugador contrario para anotar el 2-0.
Se trató de un minuto fatídico, con el que los locales se colocaron dos tantos por encima, de una manera un tanto injusta con el juego que se estaba desplegando sobre la pista. Fue en ese momento cuando los de Narvaiz, tras un tiempo muerto y mucha paciencia, y gracias también a unos nervios de acero con los que hicieron frente a la gran algarabía de la afición local en el pabellón, supieron sobreponerse a la situación. En los últimos minutos de la primera parte, por medio de Íñigo y Mikel, se empató el duelo.
Al descanso se llegó con un 2-2 que, a juzgar por lo visto en la pista, era un resultado justo, ya que Anaitasuna llevó el peso del choque, pero el Pinseque supo aprovechar muy bien las oportunidades de las que dispuso en el primer tiempo.
LO MÁS COMPLICADO
El paso por los vestuarios sirvió para que el cuadro pamplonés se diera cuenta de que había hecho lo más complicado, igualar los dos tantos en contra en una cancha muy difícil y con una afición aclamando cualquier acción de los locales. Pero los errores se pagan caros en la 2ª B y, en un despiste general tanto del cuerpo técnico como de los jugadores, el Pinseque, nada más sacar de centro, obtuvo el premio del 3-2 en una jugada en la que demostraron ser más listos que los navarros.
El gol en contra nada más comenzar la segunda parte fue un mazazo para Anaitasuna, que se quedó muy tocado. Sin embargo, pasados unos minutos, puso sobre la pista zaragozana su coraje y su competitividad, auténticas señas de identidad de un equipo llamado a estar en la parte alta de la tabla al final de la temporada. Los blanquiverdes pusieron la maquinaria en marcha y, con un gran fútbol sala tanto en la faceta ofensiva como en la defensiva, consiguieron voltear el marcador.
Los navarros mandaban entonces en el duelo con un 3-5. Pero para llegar a ese resultado se invirtió mucho esfuerzo, lo que, unido a la lesión de Íñigo, hizo que los visitantes tuvieran muchos minutos de intensidad en las piernas. Con ese marcador, Anaitasuna pudo matar el partido, debido a que contó con dos minutos de superioridad. Aunque los rivales, gracias a unas espectaculares paradas y a una buena defensa, supieron mantener la compostura. Por tanto, no hubo nada que objetar al cuadro navarro, ya que fue más mérito de los locales que demérito de los blanquiverdes el no sentenciar el enfrentamiento.
Esa situación sirvió para que el equipo zaragozano cogiese fuerza y, en cambio, para que los de Pamplona comenzaran a notar el cansancio. Con portero-jugador en liza y una afición que apretaba sobremanera, el Pinseque empató el partido a cinco goles. Fue un duro golpe para el conjunto de la sociedad navarra. No obstante, una vez más, en un derroche de fuerza y por medio de Andoni, se subió el sexto gol visitante al marcador. La pena para los navarros fue que, a 15 segundos para el final del partido, los aragoneses anotaron también su sexto tanto.
El entrenador de Anaitasuna definió el encuentro como un «partido dificilísimo, pero muy entretenido para el espectador». «Ha sido un partido que nos va a hacer crecer, sobre todo a nuestros jugadores más jóvenes», esgrimió. Para Jose Narvaiz, el ambiente y la presión que se vivieron en Pinseque fueron brutales. «Yo mismo no lo había vivido nunca», apuntó, al tiempo que añadió que el empate fue lo más justo. «Tuvimos el partido perdido y, después, lo tuvimos ganado. El punto es bueno. Nos hace seguir en lo mas alto. Quiero felicitar a mis jugadores por el mes que hemos hecho, que es de sobresaliente”, resaltó.
Anaitasuna ya se encuentra preparando el próximo partido, que lo medirá al Brunete madrileño. Por motivos de ocupación de pistas, el equipo se trasladará para jugar este duelo al polideportivo de Ezcaba, en Orvina.
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