Marian Elío, vinculada a la natación de Anaitasuna desde los 8 años: «Ahora disfruto más de la competición, porque no tengo presión»
Entrenadora y miembro del equipo máster, en los últimos años se ha colgado varias medallas de oro en campeonatos de España
A Marian Elío Villanueva (Pamplona, 22-03-1967), todo el mundo la relaciona con la natación de la S.C.D.R. Anaitasuna. No es para menos, porque lleva toda una vida asociada a este deporte en el club navarro, en el que ha pasado por todas las etapas. Comenzó a los ocho años compitiendo en la sección, donde estuvo hasta los 20 años. «En esa época, entrenábamos siete días a la semana y, con la universidad, no me daba tiempo de llegar a todo», reconoce. Después, pasó a ser entrenadora. Ha sido también delegada y, desde hace una década, forma parte del equipo máster, que ella misma ayudó a crear.
El origen de su retorno a la competición sucedió en su fase de entrenadora, mientras animaba a los chavales a practicar travesías, la prueba en la que Elío más destaca, ya que le gusta nadar en aguas abiertas. La pamplonesa trataba de lograr que algún deportista de la sección de Natación de Anaitasuna se animara a participar en la travesía a nado Getaria-Zarautz. «Alguien me dijo: ‘Si la nadas tú, la nado yo’. Y así comenzó todo», relata.
En ese momento, faltaba solo un mes para la travesía y habían pasado muchos años sin que se lanzara al agua para competir, pero eso no la frenó. También la ayudó el hecho de tener una hermana, que igualmente es nadadora, y que se había apuntado al equipo máster de competición en Gijón, donde vive. «Con ese ejemplo y como habíamos empezado a entrenar aquí, nos preguntamos si también podríamos nosotros participar en torneos. Y con otro nadador del club, Óscar Corredor, nos animamos. Después, se apuntó Paloma Sánchez, una chica que yo tenía en los cursillos y que nadaba muy bien. Todos fuimos al primer campeonato de España», explica.
Antes de ellos, el equipo máster de Anaitasuna no existía. Fue comenzar desde cero. Hace ahora justo diez años, ya que las primeras licencias que se sacaron para los campeonatos de España fueron en la temporada 2012-2013. «Habíamos estado un par de años que nadábamos por nuestra cuenta y que íbamos a los torneos -expone-, pero después nos dimos cuenta de que teníamos que lanzarlo más, y por eso creamos el equipo máster, en el que unimos a triatletas, para que fuese posible».
El crecimiento de ese grupo, sobre todo en los últimos años, ha sido alto. Ahora mismo, lo forma una veintena de personas. Tal y como reconoce Elío, esto se debe a que «el deporte máster, en general, está en auge». «Antes, uno hacía deporte de competición y, cuando terminaba esa etapa de su vida, lo dejaba por completo. Sin embargo, ahora tenemos la mentalidad de continuar practicándolo, aunque sea a otro nivel», apunta, al tiempo que reconoce que «el boca a boca también funciona, ya que hay gente que nos ha visto, que había nadado anteriormente y que ha querido unirse».
MEDALLAS DE ORO
En esta década en el equipo máster, Elío ha logrado éxitos importantes. En su haber figuran 16 medallas en campeonatos de España (2 de ellas de oro), en pruebas de espalda o de 400 u 800 metros libres, y en 3.000 metros, en aguas abiertas. A eso, se suman sus participaciones en las travesías, en las que, por ejemplo, ha ganado la Getaria-Zarautz de su categoría o una de 10.000 metros en Tabarca. «Lo que mejor se me da son las largas distancias», resalta, antes de subrayar que ha cosechado más logros deportivos en estos años que cuando era joven.
En este sentido, afirma que ahora se toma la competición de una manera diferente: «La disfruto más, porque no tengo presión. Cuando empecé con el equipo máster, sí que me ponía más nerviosa, pero ahora nado para disfrutar. Tengo presente que no hay nada que demostrar y que lo que haga, bien hecho estará. En el equipo máster, nadie lo hace mal. Hacemos lo que podemos, sin presiones».
Eso no quita, no obstante, para que se esfuerce en los entrenamientos, que realiza una hora durante tres días a la semana, aunque cuando se aproxima alguna cita importante, estos se incrementan. «No suelo fallar en ninguno. Sí que es verdad que supone un esfuerzo, porque hay días en los que, después de estar muchas horas en la piscina, durante los cursillos, volverme a meter en el agua cuesta. Pero solo es al principio, porque, después, se ve recompensado, ya que reina un ambiente muy bueno«, alega.
Como beneficio, más allá del evidente, del de los efectos positivos a nivel físico, Elío se fija asimismo en los psicológicos. «El deporte te ayuda a superar circunstancias personales adversas, y eso es algo que también tiene mucha importante. Porque, a nivel físico, es evidente que los beneficios son todos. Cuando una persona llega a una edad avanzada, donde mejor va a estar es en el agua. Pero a eso se le añade que te ayuda a romper con el estrés, a combatir la rutina diaria… Hay veces que estás muy cansada y, sin embargo, sales de la piscina mejor de cómo has entrado«, remarca.
De hecho, quizá por ese motivo, la nadadora de Anaitasuna manifiesta que cada vez se ve a un mayor número de participantes en las pruebas de deportistas másteres. «Mayor número de competidores y también mayor nivel -puntualiza-. Hay personas mayores que te dejan perpleja de cómo nadan y se mueven. Y eso se traslada después al porte que exhiben, porque la vitalidad se transmite y se sienten más jóvenes. El deporte te da un plus en fortaleza».
Así que, siguiendo sus propios consejos, Elío sostiene que continuará nadando y que lo hará con el escudo de Anaitasuna, club del que ha formado parte desde que era una niña. «En mi caso, nadar por otro club no me entra en la cabeza. Es algo que sientes muy dentro», sentencia.
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