Hoy conocemos a…: Petra Bisa Nsue, el plus de compañerismo que todo equipo necesita
La joven, que lleva nueve años en la sección de Natación, es campeona de España en 50 metros libres y ha batido varios récords navarros
Recuerda Petra Bise Nsue (nacida en Guinea Ecuatorial el 9 de mayo del 2003) que no pasó mucho tiempo desde que entró por primera vez en Anaitasuna con nueve años hasta que se apuntó al primer cursillo de natación, quizá influenciada por el hecho de que su hermano practicaba ya ese deporte. También se acuerda de que la gente la animaba a probar otros deportes, como el balonmano o el atletismo, pero ella tenía claro que era la natación lo que más le llamaba la atención.
Si uno echa un vistazo a su palmarés, parece seguro pensar que acertó en su decisión: campeona de España (absoluto joven) en 50 metros libres; subcampeona de España (absoluto joven) en 50 metros braza; récord navarro en 50 metros libres, 100 metros libres, 50 metros braza, 100 metros braza y 200 metros braza en piscina de 25 metros; y récord navarro en 50 metros libres, 100 metros libres y 50 metros braza en piscina de 50 metros. Desde los 13 a los 17 años, ha ido batiendo numerosas marcas navarras en diferentes pruebas, dejando buenas muestras de su calidad.
En estos casi diez años en la sección de Natación de la S.C.D.R. Anaitasuna, esta joven de 18 años, que cursa 2º curso de Bachillerato, ha comprobado que, para ella, entrar a la piscina seis días todas las semanas la ha ayudado mucho. “El hecho de saber que diariamente voy a tener un tiempo para desfogarme y para estar con el equipo, con el entrenador, con los compañeros…, para mí supone mucho y me ayuda en el día a día”. Sus palabras reflejan claramente que lo que más valora es el compañerismo.
Y eso que, a primera vista, puede parecer que la natación es un deporte individual, en el que saltas a la piscina y todo depende únicamente de ti. No obstante, ella niega esta afirmación y opina rotunda que el equipo influye mucho. Más aun, confiesa que, si echa la vista atrás y hubiera de quedarse con algo, ese aspecto sería uno de los primeros de la lista. “De lo que más me siento orgullosa de haber conseguido en estos años es de haberme conocido a mí misma y, sobre todo, me quedo con el compañerismo y con las buenas amistades que me ha dado este deporte. Desde luego, siempre te impresionan los tiempos que vas consiguiendo, pero el tener a gente que te apoya es lo que más valoro”, cuenta.
Sus impresiones adquieren una dimensión todavía mayor cuando se escucha a su entrenador y delegado de la sección de Natación, Iñaki Sánchez, que apunta que, como deportista, lo que más destaca de Petra Bise Nsue es, precisamente, su compañerismo. “Es una persona muy positiva, muy alegre. Como todos, siempre tiene sus malos momentos y se frustra, pero en los instantes en los que hay que estar, sabe concentrarse, tener esa frialdad, pelear las situaciones…“, añade.
EL APOYO DE LOS DEMÁS
Para Sánchez, ese compañerismo es fundamental: “En el deporte, siempre va a haber días en los que vas a estar más flojo, y es bueno que en esos períodos sientas el apoyo de tus compañeros. Y Petra es, sin duda, la que más apoyo a los demás. Se ve mucho, por ejemplo, en las pequeñas, ya que ella es su punto de conexión con el equipo absoluto“. A su juicio, en las competiciones y en los entrenamientos, es muy necesario contar con ese sentimiento de equipo. “Se nota muchísimo. Es cierto que en la piscina estás nadando tú solo y que no puedes hablar con nadie, pero formar parte de un equipo que puede tirar de ti cuando estás más bajo es fundamental”, sentencia.
Esas son algunas de las enseñanzas que se asimilan en una sección de la que forman parte 140 personas, desde benjamines hasta la categoría absoluta. Bise cree que, pese a que tienen que competir contra clubes mucho más grandes, los logros que está consiguiendo Anaitasuna son muy notables. “Y a largo plazo, estoy segura de que va a haber más, porque los nadadores de las categorías infantil y júnior vienen muy fuertes”, anuncia.
De momento, sus éxitos sobresalen dentro de una sección que, en los últimos años, ha ido experimentado un crecimiento constante. En el recuerdo, guarda instantes de gran emoción, entre los que señala, como no podía ser de otra manera, una prueba de equipo. “Me vienen muchas competiciones a la cabeza si pienso en buenos momentos, pero una de las que más me gustó fue una prueba de relevos de 4×100 metros libres en las que intentábamos batir el récord navarro. En ese Campeonato de Navarra, todas estábamos muy bien, haciendo muy buenos tiempos y teníamos la ilusión de conseguir algo, pero que fuera algo en equipo. Fue muy agradable y satisfactorio conseguir un récord con el equipo“, rememora.
Aunque confiesa que todavía no tiene claro hasta dónde quiere llegar en la natación, o si seguirá avanzando en una carrera más profesional, explica que todavía siente esa emoción característica antes de entrar a la piscina en una competición. “Nunca se pierde ese gusanillo, sobre todo, en competiciones importantes, donde te juegas mucho”, remarca, al tiempo que identifica las cualidades que, según ella, debe tener toda buena nadadora: “No solo importan las aptitudes físicas, sino que las mentales tienen también muchísima importancia. Al final, el físico lo vas desarrollando poco a poco y la fuerza siempre la tienes, pero has de contar con una base mínima de técnica que, aquí en Anaitasuna, nos la enseñan muy bien. Todo influye, pero si mentalmente no estás bien, se va a notar en el agua”.
DURA CARGA DE TRABAJO
Su vida se entremezcla entre jornadas de estudios y entrenamientos, en los que soporta una dura carga de trabajo, pese a que ella niegue que le cueste demasiado esfuerzo, ya que lleva casi diez años haciéndolo. Salta a la piscina seis días a la semana, en unas 8 o 9 sesiones de hora y media cada una. De nuevo, manifiesta que es el sentimiento de equipo el que la ayuda a afrontar esa intensa rutina. “Claro que, como a todos, alguna tarde te da pereza ir a entrenar, pero al pensar en que vas a estar con tus compañeros, que te vas a reír con ellos, que vas a pasar buenos ratos…, se te olvida. Eso te hace más ameno y ligero el esfuerzo. Yo creo que las veces que me quejo, lo hago más por vicio”, ríe.
Si se le pregunta por la natación en Navarra, responde que no está demasiado promocionada. “La diferencia con otros sitios está en que en casi todas las comunidades hay un centro de alto rendimiento o un centro de tecnificación, pero aquí no tenemos nada. Eso nos faltaría. Aunque es cierto que, para ser una comunidad pequeña, estamos consiguiendo bastantes cosas. Se está empezando a notar que, a pesar de que entrenamos menos que otros clubes y de que tenemos menos infraestructura, estamos logrando éxitos, y eso tiene mucho mérito”, incide.
De ella, Iñaki Sánchez argumenta que su evolución ha sido progresiva y constante. “De pequeña, se la veía con muchas cualidades y con mucha fuerza, pero sin saber gestionarla. Y poco a poco, ha ido aprendiendo a aplicarla mejor en el agua. Eso se ve en los resultados que está consiguiendo y en haberse metido en el top nacional“, alega.
Llegue hasta donde llegue, lo que sí tiene claro esta joven deportista es que la natación ha significado para ella una parte muy relevante de su vida. “Es de las cosas a las que más me he aferrado en todo este tiempo. No solo es una afición; para mí, es algo más, la considero importantísima. Los meses de confinamiento, por ejemplo, me daba igual no salir de casa, pero el hecho de no poder entrenar y meterme en la piscina, me dolía. Me costaría muchísimo y se me haría muy difícil imaginarme ahora mismo mi vida sin la natación“, concluye.
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